martes, julio 06, 2004

Medios y Remedios
Los cazas recompensas
Gerardo Soriano Palma



Ahora que los medios están unidos contra la delincuencia, y abogan por la honestidad, deberían crear un código de comportamiento en sus noticieros luego de que la Secretaría de Seguridad Pública capitalina convocó a los ciudadanos para denunciar a personas que cometen ilícitos a cambio de una recompensa.
Hay que tener mucho cuidado con eso, ya que se pueden cometer abusos por la posible denuncia fantasiosa de algún vecino, misma que se agrava porque las autoridades acostumbran presentar a estos presuntos delincuentes ante los medios de comunicación.
¿Para que exhibirlos cuando acaban de ser aprehendidos? ¿Para qué darles su “minuto de fama”, como la semana pasada se escuchó que le decía un agente a un detenido, cuando le pedía que se quitara las manos de la cara para dejarla al descubierto?
Recuerdo el caso de unos presuntos delincuentes capturados hace unos meses por la PGR los cuales fueron videograbados por personal de dicha corporación, y uno o dos días después liberan a dos de ellos, al comprobar que son ajenos a los hechos. En ese momento, la Procuraduría distribuye a los medios su video pero olvidan proteger la identidad de los inocentes, lo que incluso provocó que uno de los involucrados pidiera derecho de réplica en Televisa para que se aclarara que su detención fue un error.
Imaginen el descrédito que padeció el sujeto. Pudo perder su empleo, amistades, distanciarse de sus propios familiares.
Las televisoras tendrían que ponerse de acuerdo para proteger la identidad de esas personas, y más si fueron detenidos gracias a la delación de unos cazas recompensas.
Los merolicos de la TV
El pasado 19 de enero publiqué, con ese título, una crítica sobre los productos milagro. Comentaba que conforman lo que se podría llamar la “industria de la ilusión”, avalada por una suerte de merolicos que afirman estar felices con los resultados producidos por esos artículos que, obviamente, no consumen.
Hacía un llamado a las autoridades a regular esta industria, petición que, según me enteré después, la Comisión de Salud del Senado se lo había empezado a exigir a la Secretaría de Salud desde dos años atrás.
Apenas se empiezan a ver resultados concretos. Ya han sacado del mercado algunos productos que son autorizados como suplementos alimenticios y en su publicidad se presentan como medicamentos milagrosos. Además, hay pláticas con los medios para limitar dicha publicidad así como con las tiendas de autoservicio para que ahí no sean distribuidos.
Zapping
Televisa y TV Azteca deberían ser congruentes con su discurso de unidos por la honestidad y entrarle al debate sobre los deshonestos productos milagro, tal como hizo Canal Once la semana pasada en su noticiero matutino en el que tocaron el tema. Estuvieron invitados funcionarios de la Profeco e inclusive de Gelatin. Sólo faltó la presencia del Comisionado Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, Ernesto Enriquez, que podría ocurrir esta semana…
gsoriano@economista.com.mx