Medios y Remedios
Televisa y Univisión
Gerardo Soriano Palma
Justo cuando se comentaba que el área de programación de Televisa podría sustituir el programa de humor Par de ases, por otro realizado por Univisión, -lo que hubiera sido inédito, el ceder a una productora externa su canal y horario estelar - se da un nuevo distanciamiento entre ambas televisoras.
El que Emilio Azcárraga Jean se haya salido del Consejo de Administración de Univisión, y la demandara por 1.5 millones de dólares por rompimiento de contrato y edición indebida de sus programas, no es una medida extrema.
Extremo hubiera sido deshacerse de su 10 por ciento de participación accionaria y buscar rescindir los acuerdos de programación hasta el 2017. Y para rematar, aliarse con Telemundo.
Pero Azcárraga Jean sabe que con el monopolio casi total que ejerce del star system hispano, con sus tentáculos en todas las áreas del entretenimiento, a Univisión no le quedará más que negociar.
Este tipo de presión ejercida por Televisa no es nueva. Cuando la televisora estadounidense quiso entrar de lleno a la industria de la radio con la adquisición, en junio de 2002, de Hispanic Broadcasting Corporation, Azcárraga Jean, como accionista de Univisión, vetó esa compra, y sólo la permitió hasta que logró que se hiciera un nuevo acuerdo de programación favorable para él.
En otras palabras, su poder es tal que, a pesar de ser accionista minoritario, puede poner en jaque mate a la televisora estadounidense.
Estos argumentos de fuerza de Televisa no podrían ser posibles de haber existido, desde su origen, leyes antimonopólicas en nuestro país.
Incluso ahora mismo, con la cláusula antimonopolio del artículo 28 de la Constitución, u organismos como la Comisión Federal de Competencia, no se puede hacer nada para prohibir que sea vetado un actor si se independiza y acepta trabajar en otra compañía, por poner un ejemplo.
Por lo anterior, me parece que una empresa como la de Azcárraga, que le debe tanto al sistema político mexicano -tanto pasado como presente- nunca debería ser reconocida como demócrata. Lo digo por ese premio nacional de periodismo que recibió por su serie México, la historia de su democracia.
Sin embargo se mueve
Ricardo Salinas Pliego, a pesar de los problemas legales que tiene, ha lanzado nuevas producciones. Acaban de estrenarse programas como A usted qué le preocupa y Los clones.
Esto resulta positivo, ya que al haber nuevas emisiones, hay más trabajo para escritores, creativos y productores.
Claro, lo ideal sería que su pantalla estuviera llena de productos nacionales, y así contribuir, aunque sea con una mínima cuota, en dar empleo a esos miles de comunicólogos desempleados. Pero algo es algo.
Zapping
Un problema de salud hizo que Chabelo no pudiera grabar su programa dominical, En familia, por lo que ésta emisión no salió al aire por segunda vez en 36 años. El espacio de ese programa fue llenado por una de las películas del actor… gsoriano@economista.com.mx