martes, diciembre 14, 2004

Medios y Remedios
Gloria Trevi y Televisa
Gerardo Soriano Palma



¿Se han fijado que desde que Gloria Trevi salió de la cárcel no se le ha visto en el foro de ningún programa de Televisa; es más, ni siquiera una nota para informar que ya sacó su nuevo disco? Cuando Azalia o La Mapacha salieron de la casa de Big brother le hicieron más caravanas que a la cantante de Pelo suelto. ¿Por qué?
Bueno, según nos pudimos enterar, porque Televisa la tiene vetada. La consigna es presionarla para que firme un contrato de exclusividad totalmente esclavizante para la artista.
Todavía hasta el pasado viernes estaba cancelada la presentación de Trevi en el programa No manches, por lo que si el próximo miércoles llegase a presentarse sería porque la cantante sucumbió ante las presiones del emporio o porque quizá éste flexibilizó los términos del contrato.
¿Por qué los demócratas de San Angel vetan a una figura pública para presionarla a que se quede con ellos? Esto no sucedería si se concretara una reforma a la Ley de Radio y Televisión que rompiera la concentración monopólica de los medios y favoreciera la existencia de un organismo independiente al que pudiera recurrir el artista o sus fanáticos para quejarse del juego sucio de un concesionario.
Por cierto, el ejemplo anterior, donde los intereses económicos son la prioridad en una compañía que usufructúa un bien público, nos lleva a concluir que la “independencia editorial” tan presumida por Adela Micha, Víctor Trujillo o Carlos Loret no existe. Porque aunque ellos han querido tener en sus noticieros a la Trevi tienen que apechugar, ya que al final del día el dinero (en este caso el que se generaría a través de la explotación monopólica de la cantante) dicta los contenidos.
Retraso en Canal Once
Algo pasa en el Canal Once que acaban de perder otro excelente programa.
A la salida de Sexo Diario ahora se une Platícame, esta emisión dedicada a la salud conducida por un niño que padece diabetes. Y es que funcionarios de la televisora del Politécnico un día amanecieron con la idea que ya no les interesaba dicha emisión a pesar del éxito del concepto y que no les resultaba caro, ya que era una coproducción.
Que un programa de información sexual, y otro de salud, hayan salido de una televisora pública significa una cosa: que su director, Julio Di-Vella, no está haciendo bien su trabajo.
El que gana es Canal 40 ya que desde el sábado pasado Platícame se transmite en dicha frecuencia, tal como sucedió con Sexo diario.
Zapping
¿Con qué cara ética la televisión criticó el dinero que se repartirán los diputados de un subejercicio presupuestal si ellos hacen lo mismo al quedarse con millones de dólares provenientes del dinero del erario en cada proceso electoral? A ver ¿quién dijo que la democracia es un gran negocio?
gsoriano@economista.com.mx