miércoles, noviembre 19, 2008



Al aire libre



Estoy al aire libre. Es bueno de vez en cuando soltarse un poco la piel y ponerla a tostar. Olvidaba que los vientos pueden tocar la piel como pinceles halados y lo mejor: gratis, porque las mejores cosas de la vida tienen que ser así, gratis... aunque, hay algo, de hecho, lo mejor que tiene la vida -que es, precisamente, la vida- sí cuesta y mucho. ¿Cuánto invertirán los seres humanos desde el nacimiento hasta la muerte, para mantenerse en paz con la vida? Una fortuna. Y más si se tiene una muerte decente -si es que la muerte puede ser decente-; es decir, si se fallece de viejo. Desde los gerber, los pañales, la medicina, las comidas, ¿cuánto dinero sumará? ¡Mantenernos vivos cuesta un dineral! Por eso es bueno de vez en cuando entrgarse al aire libre. Sin ataduras. Sin futuros. Sin pasados pendientes. Sin presente. Sin dinero. Sin trabajo. Sin nada. Sólo entregarse al viento, también al sol. Lo mejor, gratis.



martes, noviembre 18, 2008