lunes, mayo 30, 2005

Medios y Remedios
¿Un castrista en Televisa?
Gerardo Soriano Palma



Me imagino que Emilio Azcárraga Jean debe divertirse mucho al leer los reportajes que hacen revistas como Proceso en los que se escribe sobre él y sus colaboradores. Sobre todo, por la manera como son titulados para vender más ejemplares.
Y es que eso de que el ejecutivo de Televisa es el contacto de Castro en esa televisora, es un exceso, y más, cuando una de las fuentes consultadas para la realización de esa investigación puntualiza que la razón más plausible por la que Bernardo Gómez, mano derecha de Azcárraga Jean haya sido vetado como Presidente de la Junta Directiva de Univisión, no es por su cercanía (y paradójicamente lejana, como se maneja en el propio reportaje) con el gobierno de Castro, sino porque se desconoce que tenga gran experiencia administrativa.
Cuando en alguna ocasión platiqué con Jorge Martínez Ramos, diputado perredista y primo del ejecutivo de Televisa, me dejó en claro que, al igual que su padre, él siempre fue el grillo de los Martínez, el “plus ultra” de la familia, nunca cercano a su primo, tanto ideológicamente como por cuestión generacional (Jorge es mayor) por lo que no imagino a Bernardo Gómez, aficionado al buceo, al buen vivir y quien en su juventud vendía ropa Tommy Hilfiger en campos de golf, tener las puertas abiertas en la casa de Fidel, gracias a un tío filo castrista y, para colmo, muerto en el 2000. Además, eso de que Gómez le causa problemas a Emilio para sus afanes expansionistas, es una hipótesis aventurada.
En tal caso, habría que señalar lo difícil que es ser mexicano en Miami. Hay que recordar que ni una figura como Jacobo Zabludovsky pudo con la rivalidad con los cubanos, al grado que, cuando en 1986 intentó establecerse ahí para dirigir el Noticiero SIN -antecedente de los noticieros de Univisión- fue totalmente bloqueado por lo que, derrotado, no le quedó más que retornar a México.
El meollo del asunto es que Azcárraga quiere renegociar, una vez más, las regalías obtenidas por sus producciones, y no dudo que lo consiga, tal como sucedió cuando logró acuerdos favorables para su empresa a cambio de no vetar la compra de la actual cadena de radio de Univisión.
Además, me parece que el operador de la estrategia que Televisa aplica a la televisora estadounidense es, precisamente, Bernardo Gómez, por lo que en el futuro cercano podríamos establecer que, lejos de ser un peón incómodo, este operador político fue la pieza clave para el afán expansionista de su amigo y patrón.
ZappingAumenta la crisis de Canal 40. Algunos de sus reporteros ya han emigrado. Además, ¿cuánto tiempo pasará para que los anunciantes recobren la confianza para invertir en esa televisora? Mientras tanto, Moreno Valle ¿dónde está?
gsoriano@economista.com.mx